tag:blogger.com,1999:blog-44808199774968076012024-02-18T20:51:18.381-08:00El mundo de icarinaEL MUNDO DE ICARINA.
Un lugar donde las letras juegan entre sí para convertirse en palabras y las palabras, en sueños.icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.comBlogger40125tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-89497163349304724932014-02-16T11:17:00.001-08:002014-02-16T11:17:14.500-08:00De los silencios...<div style="text-align: justify;">
Cuando era niño le tenía miedo a los silencios. Por lo general, estos
surgían como una continuación de los enfados y hacían que un tiempo,
aquel que menos me gustaba, se extendiese sobre todas las cosas: se
paraban los juegos, se detenían las risas y hasta se olvidaban las fantasías.
Aunque, a decir verdad, aquella eternidad que tanto me asustaba no duraba
más de unos minutos, alguna hora o, en los casos más graves, una noche.<br />
<br />
Pero un día crecí y descubrí los otros silencios, esos que se cruzan los
adultos. Y supe que éstos podían ser verdaderamente perversos. Mucho
más que aquellos que me asustaban de niño. Son silencios que roban las
palabras, las emociones, los deseos y hasta el cariño. Y que siempre son
infinitamente más eternos del lado de aquel que lo recibe.<br />
<br />
Pero sucede que junto a ellos, existen otros silencios. Esos instantes en que no
hace falta decir nada porque ya hablan los gestos, los abrazos, los
besos, las miradas o las sonrisas. O también esos momentos en que nos
reencontramos con nosotros mismos para hablarnos desde una soledad
intencionada que nos pemita escuchar las frágiles palabras del alma. Y a
estos silencios no les tengo miedo. Aunque a veces acuda a ellos para
buscar unas palabras que se esconden y
no salen para compartirlas conmigo mismo o con quienes dan vida a mis pensamientos. Aún así, me gusta perderme en ellos y hablar a solas
con mi alma, pues sé que es allí donde nacen muchas de mis letras y de mis palabras.... Sí, en
estos otros silencios.</div>
<div style="text-align: right;">
<i>Icarina </i></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-63577178344285569032014-02-07T06:30:00.000-08:002014-02-07T06:30:00.866-08:00El tiempo...<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span style="color: #990000;"> N</span></i></b>o
deja de darle vueltas al café. Sus ojos, perdidos en aquel torbellino
oscuro y amargo, dibujan el efímero recorrido del vapor que aún se
desprende del borde de la taza y que rápidamente se disipa en el aire.
No piensa en nada, no quiere hacerlo; tan sólo anhela que el tiempo pase
rápido, muy rápido. No hay nadie más en aquella cafetería. Él es el
único cliente.<br /><br /> -¿<i>Me esperabas</i>? –escucha decir con voz tenue.<br /><br /> No
le hace falta mirar, pues conoce esa voz. Aun así, levanta los ojos;
quiere hacerlo, necesita hacerlo. Su mirada se ilumina al compás que una
sonrisa crece en sus labios. ¡Está bella! Para él siempre lo ha estado.
Quiere decirle mil cosas, palabras que nunca le dijo. ¿Por dónde
empezar?<br /><br /> No hay nadie más en la cafetería, tan sólo él con la
mirada perdida en el gran ventanal y una ilusión efímera engañando sus
ojos mientras desea que el tiempo pase rápido, muy rápido.....y con él,
su propia vida.</span><br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Icarina </span></div>
</div>
<div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-81582874822004725922013-12-20T10:40:00.000-08:002013-12-20T10:40:12.073-08:00Detalles en el tiempo...<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
Aún no sabía porqué lo había hecho, pero no le había
gustado que le hubiera despertado así de buenas a primeras. Acababa de romperse
toda su tranquilidad. Así, sin aviso previo. Sin nada que en los días previos
le hubiese indicado que estaba próximo un nuevo trabajo. Además en los últimos
tiempos tan solo le había llamado en un puñado de contadas ocasiones y para
trabajos casi rutinarios, de esos que no dejan apenas huella en quienes lo
reciben y caen pronto en el olvido.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">A
decir verdad, se sentía algo molesto con todo aquel tiempo dejado en el olvido.
¿Acaso no recordaría él tantas y tantas veces en que al entregarle el fruto de
su trabajo había conseguido elevarle el pulso casi al infinito? ¿Y los miedos y
nervios que juntos habían pasado a veces en los momentos previos? ¿Y el regusto
siempre bello de las cosas bien hechas? Había hecho trabajos inolvidables. ¿Es
que acaso él ya no se acordaba de ellos?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sin embargo, hoy parecía todo distinto. Notó que él estaba impaciente. Jamás lo había notado tan excitado y enseguida comprendió que estaba llamado a formar parte de algo extraordinario, único, irrepetible. Y por ello, cuando sintió que él inclinaba la cara subió rápidamente desde el corazón a su boca para, abrazándose con mimo a los labios de ella, ser el más inolvidable y tierno beso que habría de quedar grabado en sus memorias. Y cuando ellos se separaron, sonrió de felicidad por el trabajo bien hecho. Y esa felicidad quedó reflejada en la sonrisa cómplice de aquella pareja que, en silencio, habían detenido el tiempo....en un beso.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD"><i>Icarina</i></span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-60762890900807061982013-10-18T12:46:00.000-07:002013-10-18T12:46:35.795-07:00A solas con ella....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
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<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"> Hacía tiempo, tal vez demasiado tiempo, que no me encontraba así con ella. A solas...y en silencio. Un silencio que no necesitaba ser roto con las palabras. Éstas vendrían después a buen seguro, sin llamarlas. He querido disimular la sonrisa con que, de a pocos, se iban llenando mis labios. Ha sido imposible, ella la ha descubierto. Lo sabe todo de mí. Han sido muchos los instantes vividos en intensa compañía.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"> He puesto música, he cerrado los visillos atenuando levemente la luz regalada por el sol y he detenido el tiempo. Y.... me he dejado hacer. La he notado ágil, ferviente, joven; pero sobre todo entregada a mí. Como en aquellas primeras veces en que, tímidamente, me acerqué a ella, hace ahora mucho tiempo.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"> Y la he ido desnudando lentamente y ella me ha ido mostrando lo mejor que tenía. Y la he hecho mía y ella se ha dejado modelar por el ímpetu de mis manos. Y yo me he rendido a su magia y ella ha hecho infinita de nuevo mi pasión. Y hemos sido uno, sólo uno.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"> Y así, poco a poco, ella, mi imaginación, ha ido orquestando en mi mente los compases de un íntimo tiempo ajeno al resto del mundo, dando vida a una historia nueva; una historia por escribir jamás vivida. Y así también, sin necesidad de llamarlas han vuelto a mí mis letras y con ellas..... las palabras.</span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span><div style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></div>
<div style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Icarina </span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-51122372335318849262013-08-22T10:03:00.002-07:002013-08-22T10:03:59.169-07:00Mentiras......<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> El
silencio era insoportable. Aquel lugar parecía el vacío, la nada. Tan solo a
ratos ese silencio era roto por un grito desgarrador que poco a poco se iba
ahogando en su propio llanto, hasta quedar convertido en un casi inaudible
gemido. Miré a mi compañera y vi en sus ojos la angustia con que se visten las
primeras veces. Le dije que fuera tras de mí, a unos cinco o seis pasos de
distancia. No me obedeció; y yo podía sentir en mi nuca su respiración entrecortada.
No se lo recriminé. A la mierda el protocolo; ese invento de quien, sentado
plácidamente en su sillón de piel, inventa las realidades a su gusto para dar a
menudo órdenes totalmente irreales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Avanzamos
orientándonos por los escasos sonidos que a veces se dejaban oír y que, en
diversas ocasiones, confundíamos con los latidos de nuestro propio corazón;
crecientes y arrítmicos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿<i>Tú
tienes miedo?</i> –escuché tras de mí.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>¿Miedo?
No, nunca. ¿Por qué habría de tenerlo?</i> –mentí con tanta convicción que hasta yo
creí lo que acababa de decir.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>A mí
me gustaría no tenerlo</i> –replicó ella-. <i>Cada día me prometo que voy a hacer lo
posible y lo imposible, pero cuando llega la hora de la verdad vuelvo a temblar
como una niña indefensa.</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>No
sufras</i> –volví a mentir-. <i>El tiempo sabe tocar los hilos de nuestro cuerpo para
ir haciéndonos más seguros. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Un
nuevo grito nos situó frente a una puerta metálica llena de óxido por todos sus
rincones. No me hizo falta mirar hacia atrás para saber que no estábamos solos.
Hay detalles que en poco tiempo aprendes a adivinar. Empujé la puerta con
decisión y entramos tratando de hacernos dueños de una situación que no
conocíamos. El ambiente irrespirable de aquella habitación se unía a la escasa
luz que aportaba una inerte bombilla de muy baja potencia. En un lateral
pudimos ver a una niña de corta edad, semidesnuda y aterrada. Detrás suyo y
oprimiéndole el cuello con un cuchillo, se quería esconder un hombre de aspecto
enloquecido. No hacía falta que explicaran que eran padre e hija. Eran dos
gotas de agua, nacida la una de la otra. Esas copias exactas que sólo la
naturaleza sabe hacer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>Suelta
ese cuchillo y deja que la niña venga hacia aquí. Todo ha acabado ya</i> –nuevamente estaba mientido y lo hacía con la misma convicción que antes. Pero esta vez, ¿quién se creía mis palabras? Aquello posiblemente no había
hecho más que comenzar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> La
frialdad que había en la mirada de aquel hombre era para mí razón suficiente
para mantener mi arma apuntando firmemente a su entrecejo. No sé cuánto tiempo
trascurrió; seguro que no fueron más de dos o tres minutos, pero en mi interior
habían pasado mil años. Se adueñaron de mi pensamiento otras imágenes que
van quedando suspendidas esperando una respuesta que nunca habrá de llegar.
Apartó su mirada y dejó caer el cuchillo al suelo. Aquellos que yo había
sentido sin haberlos visto cayeron sobre él rápidamente. La niña corrió
tambaleante y se abrazó a la cintura de mi compañera. Miré a ambas. En los ojos
de ésta descubrí el callado color del miedo y en los de aquella, en su corta
edad, el inolvidable sabor del terror.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Camino
de casa invité a mi compañera a un café.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <i>-No, gracias.
Jamás me perdonaré si mancho el instante de un café con estos sentimientos que
ahora me inundan</i> –rehusó ella-. <i>Tal vez, mañana.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> -<i>Sí, tal vez mejor mañana -</i>y esta vez ya no mentí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><b><i>Icarina</i></b></span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-597699469120457752013-08-08T12:19:00.001-07:002013-08-08T12:19:52.047-07:00Cosas de niños.....<div style="text-align: justify;">
<span class="userContent" data-ft="{"tn":"K"}"> Esta
mañana al iniciar una ruta por los Pirineos subía también una niña
gallega de 6 años con sus padres. En uno de los tramos algo más
complicadillo por la cantidad de piedrecillas resbaladizas y el
desnivel, la niña ha buscado un pequeño atajo y ha subido con más
tranquilidad. Instantes después cuando he llegado hasta ella me ha
dicho: <i>"¿Has visto lo lista que soy?"<br /> </i><br /> Yo le he respondido: <i>"Se te </i><span class="text_exposed_show"><i>ve en los ojos que eres muy lista. Además seguro que a las meigas les gusta ayudarte para que te diviertas mucho."</i><br /> <br />
Y ella, con cara de perdonarme la vida, ha soltado:<i> "Otrooooooo que no sé
de donde ha salido. Anda mamá explícale que las meigas no existen, que
somos las gallegas que nos gusta ponernos aún más guapas de noche para
que los hombres puedan ver de cerca las estrellas. ¡¡¡Tan grande y aún
creyendo en cuentos!!!"</i><br /> <br /> Cuando he conseguido parar de reírme le
he dicho que cuanto mayor es uno, más bonito es creer en los cuentos.
Se ha quedado callada y al rato me ha dicho: <i>"Hablas igual que Iker, mi
novio de este curso pasado. Es muy listo y guapo, pero lo he dejado. Yo ya he
madurado y él todavía anda algo pavo."</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="userContent" data-ft="{"tn":"K"}"><span class="text_exposed_show"><i> </i>No sé si realmente existen las meigas, pero hoy he vuelto a redescubrir la magia que esconde la niñez. </span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span class="userContent" data-ft="{"tn":"K"}"><span class="text_exposed_show"><i> </i></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span class="userContent" data-ft="{"tn":"K"}"><span class="text_exposed_show"><i>Icarina</i></span></span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-44958414372411127542013-05-21T13:24:00.000-07:002013-05-21T13:24:03.845-07:00La magia de la...ilusión.<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
Se sentó en un banco y abrió su maleta. En aquel viejo
utensilio de cartón, destartalado ya de tantos viajes, no guardaba nada que
realmente tuviera valor. Sin embargo, poco a poco fue sacando lo que allí
había, dejándolo ordenadamente a su lado en el banco. Y lo hizo con la
delicadeza de quien tiene aún la manos suaves. En primer lugar, un viejo y roto
reloj que agitó con vehemencia como si con ello fuera a conseguir que volviera
al monótono tic-tac que en otros tiempo tenía. Después, un cuaderno con las cubiertas
envueltas en papel de periódico; ese detalle lo aprendió de su padre para que
así -decía él con su voz ronca- durasen toda la vida. Lo hojeó. Había mil cosas
escritas en él. Cosas que ella sabía y aun así se entretuvo en algunos de los
renglones, riendo a carcajada limpia de las ocurrencias plasmadas en forma de
letras. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En cuanto recuperó la formalidad,
prosiguió con su tarea. A continuación vinieron un buen puñado de pétalos de
flores de todos los colores. Era cierto que ya estaban marchitos. E incluso
habían perdido su olor. Pero aún así, ella juntó ambas manos y las acercó hasta
su nariz. Cerró los ojos e imaginó la fragancia de cada una de ellas y de todas
a la vez. <i>"Esto podía ser el arco iris de los olores. ¿Cómo no se le habría
ocurrido antes a nadie aquella idea?</i>" se dijo en voz baja. Pero sin duda a
lo que más cariño de todo le tenía era a la pequeña botella transparente que a
continuación debía sacar. Estaba llena a rebosar de unas saladas gotas
cristalinas. Sí, eran lágrimas. Y las había de tristeza, de rabia, de
felicidad. Y también alguna que otra de esas que brotan cuando ríes tanto que
el cuerpo necesita desahogarse de alguna manera para poder dejar hueco a nuevas
risas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y por último, en el rincón más
olvidado de aquella maleta, ya solo quedaba un gastado lápiz de madera. El de
escribir las historias importantes. El de acariciar el blanco papel con trazos
imborrables. El que inventaba las palabras oportunas, aunque a veces se dijeran
a destiempo o llegaran antes de terminar de escribirse. Ese era el que buscaba
cuando se sentó. Lo necesitaba, pues aquellos suspiros que había escuchado en
aquel cuerpo que habitaba, la habían puesto en guardia. Estaba segura que el
corazón de su dueño de nuevo se había despertado y ella, a la que todos
llamaban ilusión, le correspondía hacer que siguiera latiendo. Y así, al juntar
los pétalos con las lágrimas tendría mil colores donde impregnar el lápiz con
el que volvería a escribir una historia de amor entre las hojas del cuaderno de
tapas de periódico, mientras el viejo y caduco reloj vehementemente quisiera
seguir marcando el tiempo de unos nuevos latidos de amor.</div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-66379129771715879962013-04-28T13:42:00.000-07:002013-04-28T13:43:51.389-07:00Un paseo entre recuerdos.....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Ayer
volví al ayer. Sí, a ese ayer que, como todos y cada uno de nosotros, fui
fabricando en otro tiempo para convertirlo no solo en mi tiempo y sino también
en mi vida. Un conjunto de instantes que compusieron mi niñez y mi adolescencia
en medio de mil risas y otras tantas tristezas, de intensas ilusiones y alguna
que otra decepción. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y es
que aquel tiempo era un reloj que caminaba invisible sobre nuestras vidas, sin
que el ajetreado paseo de sus manecillas hiciesen mella sobre nuestros
pensamientos al verlo marcharse. Y los días nos parecían infinitos, tanto como
nuestros sueños. Y los malos momentos los desechábamos rápidamente de nuestro
lado al encontrarnos de nuevo con los amigos. Amigos.....qué hermosa palabra y
qué pocas veces reparábamos en cuánto encerraba dentro. Ellos estaban siempre
ahí......, eternamente, como los días.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y yo ayer
volví allí. En un viaje inesperado e improvisado a ese recóndito lugar que me
vio crecer. Pero esta vez no se trataba del lugar; allí voy con cierta
frecuencia. Esta vez era el reencuentro con unas palabras, con unas vivencias
y, sobre todo, con una persona. El redescubrir, frente a un café que nos cobijaba de un frío que estaba deshaciendo la primavera, aquello que cuentan otros ojos antes incluso de que pueda ser
dicho. Y es que las miradas, todas, incluídas aquellas que puedan estar ya curtidas en la batalla de los
años, no saben callar, ni entienden de mentir.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y
caminé de nuevo por aquellos pasos que poco a poco hoy se van evaporando, y
reescribí anécdotas, y supe de cosas que en su momento no alcancé a ver, y hablé
del ayer con palabras de hoy, y escuché el hoy con palabras del ayer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y es
que ayer......ayer volví por unos instantes a ese ayer de mis recuerdos. Unos
recuerdos que por un día decidieron no marcharse de mi memoria, sino que
quisieron volver a mí..... para jugar alegremente en ella.</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-4311804297860076282013-04-19T12:11:00.000-07:002013-04-19T12:11:12.372-07:00Por quién mueren las palabras......<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
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</xml><![endif]--><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y una
mañana despierta y trae consigo ese día que es igual para todos y, a la vez, distinto para
cada uno de nosotros. Y yo comienzo a darle forma con esa cadencia silenciosa y
mimética con que las personas solemos escribir nuestra vida; pero el día ya me avisa de que
va a ser distinto; aunque yo aún no lo sepa, aunque yo aún no lo sienta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Y como si de un guión ya escrito se
tratase, comienzan a fluir en mí las palabras y los silencios, los ratos de
compañía y los tiempos de soledad. Y ambos, las palabras y los silencios, las
compañías y las soledades, van dando significado a cada minuto vivido. Y éstos..... a las horas. Y las horas........ a un día que sabe a la monotonía de
los días iguales. Pero el día, a mis espaldas, ya va adornando sus tiempos con
la mejor de sus galas; aunque yo aún no lo sepa, aunque yo aún no lo sienta.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y en
medio de la vorágine siempre despierta de la realidad, salen a pasear también mis
sueños, esos que se me escapan colándose entre alguna sonrisa, viajando en
alguna lágrima o, como suelen hacer casi siempre, hablándole a mi imaginación
en medio de las palabras calladas de un pensamiento. Y yo les escucho y sonrío
con ellos cada vez que me arrancan de los labios un tal vez,....sí, un tal vez.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y cuando
quiere caer la tarde, dispuesta a llevarse consigo el día y los retales de vida
en él zurcidos, me encuentro frente a mí con unos labios que no son ningún sueño a más de
haberlos soñado mil veces. Y yo entonces hablo o guardo silencio, pero mis palabras y
mis silencios se olvidan de todo y vuelven de nuevo hacia mí y me gritan:
<i>“Bésalos.....bésalos, no tengas miedo”</i>. </span><br />
<br />
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y entonces me doy cuenta que mis
palabras ya suenan distintas, a pesar de que puedan ser las mismas palabras
usadas en la mañana o al comienzo de la tarde. Y mientras </span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">pienso en esa
eternidad tan frágil que apenas dura un instante y que es robar un beso de otros labios, entiendo
que a veces nuestras palabras también mueren por alguien...........o
mueren por el deseo de un beso que, tal vez, se puede hacer realidad a más de
haberlo soñado tanto. Y así el día abandona su monotonía, para vestirse el manto de los días únicos, de los días especiales que se saben y se sienten.</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-22356938081686648142013-03-24T12:50:00.000-07:002013-03-24T12:50:19.729-07:00Caricias de seda....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
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</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
Afuera llovía y las gotas precipitadas desde el cielo
discurrían salvajes por el cristal de la ventana, uniéndose a otras para crear
cristalinos ríos que deformaban la realidad exterior hasta llegar al alféizar
de la ventana. Una vez allí se volvían pausadas, conformando diminutos charcos
en los que perdían la noción del tiempo, para instantes después, y empujadas
por torrentes de gotas nuevas, proseguir su viaje hasta morir definitivamente
en el suelo. Yo, desde el otro lado de la ventana, y como queriendo romper la
barrera que me separaba de ellas, las seguía con el dedo en sus serpenteantes
viajes. Había venido hasta el salón auxiliar para aislarme un poco del agobio
que estaba produciendo en mí tantos comensales como habían acudido a la boda de
mi hermana mayor. Y tan absorto estaba en estos juegos que no me percaté que ya
no estaba solo.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿Recuerdas
cuando de niños corríamos bajo la lluvia y llegábamos a tu casa totalmente
empapados? Tu madre te recriminaba que hubieras permitido que me mojara y tú no
encontrabas las palabras adecuadas para defenderte. Yo, entre risas, te daba un
beso</span></i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> –escuché a
mi espalda.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Antes de
volverme cerré un instante los ojos y recordé las veces que había soñado con
aquella voz en los últimos años y ahora...ahora susurraba cerca de mi. Marie se
acercó también a la ventana e imitó mis movimientos anteriores, siguiendo con
un dedo el curso de una gota de lluvia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<i> -Me alegra mucho que hayas vuelto aunque sea sólo por un
día. ¿Cuántos años hace ya que te marchaste? ¿Son ya quince años los que llevas
casada?</i> –dije casi tartamudeando como cuando era pequeño.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
-<i>Sí, quince años ya. ¡Cómo pasa el tiempo! Y si al menos
hubieran merecido la pena.... </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–había bajado la cabeza y jugaba ahora a entrelazar sus dedos- <i>Tú
no me has contestado aún a mi pregunta.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
-<i>Sabes bien que sí me acuerdo. No he olvidado ninguno de
los momentos que pasé contigo. Ni he podido olvidarte a ti. Tal vez pienses que
estoy loco, pero a menudo hablo solo y digo tu nombre.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
Hacía fresco en la habitación; en la chimenea apenas había
unas ascuas. Me acerqué y añadí algo más de leña. El fuego se avivó y
rápidamente se escuchó el crepitar de las ramas más secas que comenzaban a ser
devoradas por la vorágine de unas llamas multicolor.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
Pese a que no tenía en los ojos el brillo de otras épocas,
Marie volvió a parecerme encantadora. El vestido de seda que había elegido para
la ocasión parecía una segunda piel en su cuerpo, resaltando su silueta. Esta
vez no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de besarla. Era lo único
que tendría de ella: sus labios. Me acerqué y dejé que mis manos se fundieran
en su cintura. Por un momento me pareció ver en ella la picardía de cuando era
niña.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
-<i>Marie, yo...nunca te dije que....</i> –se había iniciado
en mi interior una enorme batalla por acertar a robarle el beso y que, a su
vez, no trascendiera el enorme nerviosismo que me invadía.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
-<i>Calla, no digas nada</i> –con uno de sus dedos selló mis
labios-. <i>Tenemos la peligrosa costumbre de cambiar el destino cada vez que
hablamos. Somos libres y nos encerramos en la cárcel de unas palabras que, a
veces, hablan más que nosotros mismos.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
La besé. Había besado a otras mujeres, pero aquellos labios
me supieron deliciosos. La vi cerrar los ojos y dejarse hacer. Mis manos torpes
desprendieron uno a uno cada botón de su vestido. Despacio, recreándome en un
tiempo que sólo podía ser mío, aparté aquella tela de sus hombros y el vestido
se deslizó sin oponer resistencia. Sucumbí a cada suspiro, a cada milímetro de
su piel también de seda. Mis manos iniciaron en sus pechos un ritual que ya no
encontraría fin, tan sólo el del placer fraguado en la imaginación desde años
atrás. El fuego, en aquel día lluvioso, reflejaba en la pared cada cadencioso
movimiento de dos cuerpos que, hechos ya uno sólo, se amaban con pasión.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
Desperté totalmente sudoroso e inquieto. Acerqué mi mano
hasta mi frente. Ardía. La fiebre se había adueñado de mí otro día más y me
hacía delirar. Y como siempre, en mis desvaríos la veía a ella; la imaginaba
acercándose a mí, hablándome al oído y entregándome ese cuerpo que jamás sería
mío. Afuera llovía y las gotas precipitadas desde el cielo discurrían salvajes
por el cristal de la ventana, uniéndose a otras para crear cristalinos ríos que
deformaban la realidad exterior hasta llegar al alféizar de la ventana y
después morir irremediablemente en el suelo.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
********************</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
<h4 class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Caricias de Seda forma parte de la antología de relatos romáticos "Seda y Fuego" ideada y organizada por @kissabook . Descúbrela <a href="http://elmundodeicarina.blogspot.com.es/p/blog-page.html" target="_blank">aquí</a>. Te sorprenderá!!</h4>
<div class="MsoBodyTextIndent">
</div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-37262801509990999052013-03-12T14:17:00.000-07:002013-03-12T14:17:03.691-07:00De esa primera vez....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Sabía que este día había de llegar tarde o temprano. Me había
preparado a conciencia porque entendía que un cúmulo de sensaciones difíciles
de explicar se agolparían en mis ojos y, sin duda, harían temblar mis manos, tal
vez hábiles y ya curtidas en la materia a la velocidad misma de los latidos que habrían de recorrer mis venas.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Todo era propicio......la noche estrellada, el silencio apenas roto por una suave brisa que, en su acompasado vaivén, hacia golpear alguna rama próxima en los cristales de la ventana, la suave música haciéndose dueña de los compases de un tiempo apenas detenido entre pequeños instantes y el vino ya escanciado y esperando que el aire le diera cuerpo y absorbiera su aroma para impregnar después cualquier rincón de la habitación.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Y ella también estaba allí, frente a mí. Solos los dos. No
era la primera vez y tampoco sería la última. Pero no cabía duda que hoy, esta
noche, sería irrepetible para ambos. La observé en silencio por unos instantes.
Me ofrecía sin pudor su desnudez. Un tacto que ya conocía de mil veces
anteriores y que, sin embargo, siempre volvía a ser nuevo para mí. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
La tomé entre mis manos con la delicadeza de quien quiere ser
dueño y servidor a la vez. Mis primeras dudas rápidamente se disiparon y dejé
que mis manos se deslizaran por su pálida piel que poco a poco iba siendo mía.
Puro goce. Y la sonrisa ya más tranquila que aparecía incansable en mis labios por la satisfacción de un
deseo cumplido.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Y una tras otra fui dejando mis letras y aquella hoja de
papel, blanca y desnuda al comienzo, fue vistiéndose de palabras, de frases, de
versos y, sobre todo, de sentimientos para hacer de ella, de esa virginal hoja, la mejor carta de amor que jamás en mi vida volvería a
escribir </div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-76169338412953540042013-03-05T11:42:00.001-08:002013-03-05T11:52:07.457-08:00Mis palabras.....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Algunas mañanas, cuando salgo a
correr, me detengo junto a la marquesina del tranvía observando como ese
artefacto metálico y rudo camina monótono en su eterno e invariable trayecto de
ida y vuelta por un camino, también metálico como él, siempre predecible. Hoy,
a diferencia de la mayor parte de los días y pese a las leves gotas de lluvia que
caían, no había nadie en la marquesina. Quizá por ello he podido ver un cartel
grande y lleno de colores que ya no recuerdo qué anunciaba. En él había
fotografiada una mujer, medio recostada y apenas vestida con un trozo de tela
blanco que dejaba al aire parte de su pecho y toda su espalda. Pese a los
colores vivos con que todo estaba dibujado, el rostro de aquella mujer, apenas
reconocible, denotaba un cierto grado de tristeza. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> He seguido mi marcha y
aquella imagen seguía grabada en mi mente; no por la mujer, que sin duda era muy hermosa,
sino porque me empeñaba en querer buscar una frase que descibiera aquella
fotografía y no lo conseguía. Esta vieja costumbre mía de querer reducir todo a
letras me estaba jugando una mala pasada. Era como si estuviese perdiendo la
agilidad mental de otros tiempos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> En mi afán por dar esquinazo a
un fantasma al que llamamos olvido, y que de un tiempo a esta parte le gusta
llevar la voz cantante entre esos entrañables miedos que todos guardamos en un
rincón bajo la cama para que, cuando ellos quieran, hagan travesuras en nuestra
vida, me he propuesto recordar cómo comencé a escribir y al rato una anécdota
me ha hecho sonreír. El fantasma del olvido, seguro que muy enfadado, se ha tenido
que volver de nuevo a esconder bajo la cama; al menos, hasta otro momento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Hace años, unos cuantos ya, en esos momentos en que todo era nuevo y los ojos se volvían grandes como platos ante cualquier descubrimiento, estando en el colegio tenía que escribir una redacción para clase de lengua
y, aunque sabía lo que quería escribir, no encontraba las palabras con las que
expresarme. Lleno de miedo se lo dije al maestro. Y aquel hombre, siempre
serio, de voz cruda, de barba pelirroja, alto y desgarbado al andar y copia exacta de Fernando
Fernán Gómez en su vejez, lejos de comerme como todos pensábamos que hacía cuando te
acercabas a su mesa, puso su mano sobre mi hombro y, sin levantarse de su
silla, me dijo: <i>“No te preocupes, cuando las palabras estén ordenadas en tu
cabeza decidirán salir y la historia se escribirá sola”</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Yo me olvidé de aquella
redacción y pasé toda la tarde jugando con mis amigos. A la
mañana siguiente cuando comenzó la clase de lengua yo, sonriente como ningún
otro niño, abrí mi cuaderno por la última página esperando que nos pidieran la
tarea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¡No está! ¡La redacción no se
ha escrito!</span></i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">
–dije con un hilo de voz que a penas si pude yo mismo oírme.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿Qué te sucede? ¿A qué vienen
esas lágrimas?</span></i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">
–me preguntó el profesor.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Yo no sabía qué contestar. Él me
había dicho que la historia se escribiría sola y yo, con apenas seis años me lo había creído. Y era
todo mentira. No me había comido cuando me acerqué, pero me había engañado. Se
había reído de mí, y eso me dolía. Don Nicolás, como todos le llamábamos, se acercó a mí y
entendió todo lo que pasaba. Me llevo a la pizarra y me dijo que escribiera lo
que había sucedido y todo lo que sentía; que lo hiciera sin miedo. Le hice caso y,
aunque temblando, escribí; escribí mucho. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Ves... –</span></i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">me dijo</span><i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-, esa es tu
redacción. Como sabías lo que querías escribir, las palabras han ido
apareciendo solas. No lo olvides nunca. Las palabras hay que buscarlas, y escribirlas; pero
también hay que dejarlas que nazcan solas. Sólo así habremos dicho algo bueno.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Hoy, años mas tarde, sigo
buscando palabras; quizá con más ahínco que otras veces por miedo a perderlas todas
en cualquier momento. Y hoy, años más tarde, esas mismas palabras necesitan
también nacer solas. Tal vez así sepa decir algo bueno a las miradas que las
lean. Tal vez.....</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-59470529245299567632013-03-03T12:17:00.001-08:002013-03-03T13:59:18.266-08:00A vueltas con mi nombre....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Un día,
mientras estaba en mi cafetería preferida tratando de dar sentido a un montón
de letras que tenía a medio camino entre mi cabeza y un papel, se me acercó
una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>niña pequeña y, sin decir nada, se
quedó en pie junto a mí viéndome escribir. Yo le sonreí y seguí ajetreado con
mi tarea. A diferencia de otras ocasiones, esa mañana no me estaba resultando
demasiado fácil plasmar entre unas líneas todo aquello que quería decir. La
historia a escribir la conocía bien, tal vez demasiado bien. Como sucedía con casi
todas las demás que había escrito, era un fragmento de mi vida. Sin embargo, lo
que la diferenciaba de las demás era que me resultaba difícil sacar su esencia para con ella hacer un relato imaginado. Tal vez me estaba inmiscuyendo en una
parcela demasiado íntima de mi vida que rechazaba verse escrita en otro lugar
que no fuera el propio corazón y éste se oponía a ello con virulencia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Con un disimulo cada vez
menor, aq</span>uella niña no perdía detalle
de todo cuanto yo hacía y de todo cuanto escribía. Había veces en que incluso arqueaba su pequeño y delicado cuerpo para
poder leer aquello que mi mano, el café o alguna sombra se lo impedía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>Señorita, ¿sabe usted que no
está bien curiosear lo que hacen los demás?</i> –le dije sin poder contener una
sonrisa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿Qué escribes? ¿Y por qué
tachas tanto?</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Estoy tratando de escribir un
cuento y si tacho es porque me equivoco.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Y si escribes un cuento, ¿por
qué te molesta que lo esté yo leyendo si luego lo van a leer muchas personas?</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>Tienes toda la razón. </i>-le contesté-<i>. Haremos
una cosa: cuando lo termine no se lo enseño a nadie hasta que otra vez te vuelva
a ver y seas tú la primera en leerlo. Creo que te lo mereces. ¿Quieres?</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Debo entender que le hizo
ilusión porque soltó un sí que seguro lo escuchó toda la ciudad. Al menos sí lo
hicieron los demás clientes de la cafetería, pues todos volvieron la cabeza
hacia mi mesa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i> -Cariño....no molestes a ese
señor</i> –se oyó decir a una mujer que, cuatro o cinco mesas más allá, conversaba
entretenida con otras mujeres.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i> -No mamá, no le estoy
molestando. Le estoy ayudando</i> –contestó la niña sin ni si quiera mirar a su
madre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i> -Marta,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no digas tonterías. No está bien molestar a
nadie</i> –replicó su madre que ahora sí se había acercado con intención de
llevársela- <i>Perdónela, es muy curiosa y le encanta leer. Como le ha visto
escribir.....</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i> -No se preocupe. No me molesta.
Puede quedarse aquí si quiere a ayudarme</i> –total estaba tan negado que no creía
pudiera terminar de escribir nada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>¿Qué es eso que pone tu
cuaderno?</i> –me preguntó con voz curiosa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿Esto? Ahí dice “Icarina”. Es
mi pseudónimo.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿Tu qué....?</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Mi pseudónimo. Es el nombre
bajo el que me escondo para escribir.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -¿Porqué dices que te escondes
si yo te estoy viendo? Y entonces, ¿cómo te llamas?</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> No pude contener la risa.
Aquella era la inocencia que yo echaba de menos en nuestro día a día. La
inocencia de los niños que en muchas ocasiones perdemos con mucha rapidez al
hacernos adultos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Me llamo Juan. Ese es mi verdadero
nombre.Y el otro, como te digo, es mi pseudónimo; pero es un secreto y no te puedo decir de donde viene.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Pues el día que acabes de
escribir tu cuento y me lo des pones que lo ha escrito Juan, que a mí ese otro
nombre me suena muy raro y no se lo podré decir a mis amigos. </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Te lo prometo, le pondré el
nombre que tú quieras.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -Ahora me tengo que marchar, mi
mamá y sus amigas ya se han levantado. ¡Adiós! -</span></i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">dijo marchándose</span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> con la misma naturalidad con que se había acercado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Le dije adiós con la mano y me
quedé mirando hasta que desaparecieron por la puerta. Después volví a mi
historia, esa que no quería verse escrita entre los renglones de un papel.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-28852521107859078652013-02-28T11:25:00.000-08:002013-02-28T11:34:52.153-08:00Los amores imaginarios<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
El día parecía
raro. Bueno, a decir verdad, desde hacía tiempo casi todos los días lo eran.
Sin embargo, aquella mañana me desperté con una extraña sensación de melancolía
que parecía haberse hecho dueña de toda mi existencia. Me acerqué a la ventana.
Todo, absolutamente todo, seguía igual que los días anteriores: frente a mis
ojos se situaba un horizonte formado por el asimétrico renglón de infinitos
edificios ocupados a su vez por miles de almas que, como yo, ya estarían
preparándose para dar sentido al nuevo día en sus vidas.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Aquel pensamiento me sobrecogió.
¿Realmente despertamos cada día con la idea natural de construir nuestras vidas
o, tal vez, sólo somos simples marionetas que el destino mueve a su antojo? No
sabía que responderme a mí mismo. Tampoco tenía la más mínima intención de
hacerlo. Sabía por experiencia que los días nostálgicos, al menos para mí, no
eran buenos y no estaba dispuesto a pasarme el día amargado. Me vestí y salí a
la calle; como aún me quedaba mucho tiempo para entrar a trabajar, pensé que
podría desayunar tranquilamente en alguna cafetería de camino a la oficina.</span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br />
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> No me decidía por ninguno de los
bares que encontraba en mi camino; a todos les ponía algún defecto: aquí hay
demasiada gente, este está muy sucio, a ese pasé una vez y no me gustó el café,
aquel.......aquel.......<i>”Aquel debe ser nuevo”</i> me dije sorprendido. Cada
día hacía el mismo recorrido para ir al trabajo y horas más tarde lo repetía a
la inversa para regresar a casa de nuevo y, sin embargo, no recordaba haber
visto nunca aquella cafetería. Era como si se hubiese creado de la nada esa
misma mañana. Leí el letrero que adornaba el frontal de la puerta:<i>“<b>El
rincón de las tertulias</b>”.</i> Bonito nombre, pensé, para venir realmente
acompañado. Entré. Era un local pequeño y de ambiente acogedor. Olía a nuevo y
eso me gustó. A pesar de no haber mucha gente, tan sólo quedaba una mesa libre.
Me senté y dejé que el camarero retirara el servicio de quien había desayunado
allí antes que yo. Reparé en una servilleta de papel algo arrugada, pero que
llevaba algo escrito. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>Perdone un momento</i> -dije
mientras tomaba aquel trozo de papel que el camarero ya había tirado a una
papelera junto a mi mesa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD"> Me miró algo
sorprendido, pero no dijo nada; tan sólo me preguntó qué tomaría y yo me dejé
seducir por la invitación a desayunar el especial de la casa: tostadas con
jamón, zumo de arándanos y café.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Me había sentido ridículo ante
mi comportamiento, pero como tenía la vieja costumbre de escribir anotaciones
en cualquier trozo de papel, no pude resistir la tentación de averiguar qué
había allí escrito. Lo desarrugué con cuidado y lo leí<b><i>: “Tal vez existes
en algún lado y aunque puede que jamás nos encontremos, yo sé que eres para mí.
Inés de Ujía”</i></b>. Aquella caligrafía era perfecta. Lo primero que pensé
era que se trataría de alguna cita de alguna escritora famosa. Y fue tanta mi
curiosidad que traté de buscar información de la misma a través de la red, sin
resultado alguno. Y como es natural me olvidé de aquella cuestión.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> A la mañana siguiente, justo al
pasar por la misma cafetería, una corazonada vino a mi cabeza y entré de nuevo.
Tuve que esperar un rato hasta que la pareja que ocupaba la misma mesa del día
anterior se marchara para así poder sentarme junto a la papelera. Con bastante
disimulo miré hacia el interior de aquel metálico recipiente. Disimulo que
perdí rápidamente cuando adiviné la existencia de otra servilleta igualmente
escrita. Me apresuré a cogerla, justo en el momento en que el camarero se había
aproximado hasta mí para que realizara el pedido. Muerto de la vergüenza le
pedí un café con leche y un dulce. Cuando se hubo retirado y pude cerciorarme
de que ya no volvía la cabeza mirándome como a un loco, volví a repetir el
proceso del día anterior y desarrugué cuidadosamente la servilleta. <b><i>“Me
gustaría poder parar el tiempo en el mismo instante en que te imaginé y así,
teniéndote entre mis brazos, cubrirte a besos. Inés de Ujía”</i></b>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> ¿A quién irían dirigidas
aquellas frases? ¿Serían de verdad o tal vez sólo serían el resultado de jugar
con unas palabras para escribir un texto bonito? Y sobre todo, ¿quién sería esa
tal Inés y por qué llevaba a cabo aquel ritual de escribir sobre una servilleta
y después tirarla a la basura? Día tras día volvía a aquel lugar y tomaba una
nueva servilleta escrita del fondo de la papelera. Una nueva frase y la misma
firma de siempre: Inés de Ujía. Por las tardes me acercaba hasta el parque y
sentado en un banco repasaba cada una de aquellas palabras. Sin saber cómo, me
había terminado por involucrar en la historia de una desconocida que escribía a
un amor que yo no sabía si existía o que, cuanto menos, resultaba inaccesible
para ella. Imaginaba cómo sería Inés; tal vez, alta, rubia, joven,....o tal vez
no. Había preguntado al camarero, pero siempre me decía que él no tenía tiempo
para hacerme averiguaciones sobre clientes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Una tarde, de camino al parque,
tuve necesidad de pasar a una farmacia a por un calmante para aliviar un
incipiente dolor de cabeza. Al salir de allí, mis ojos no daban crédito a lo
que veían. Justo enfrente de mí, había una tienda de ropa infantil con un
rótulo en el que, en letras grandes, podía leerse: <b>“Inés de Ujía, Moda
infantil”</b>. Me aproximé hasta el escaparate y observé el interior de la
tienda. No se veía a nadie. Los nervios se adueñaron de mí y no me atrevía a
entrar. ¿Quién era yo para venir a preguntar por unas frases que no me
incumbían y que además habían sido tiradas a la papelera? Decidí marcharme,
pero algo en mi interior me lo impidió y terminé entrando en aquel comercio.
Una campanilla dorada, hábilmente situada sobre el extremo de la puerta, avisó
de mi llegada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>Enseguida le atiendo</i> –se
escuchó desde atrás de una puerta en lo que supuse sería la trastienda.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Me entretuve en
contemplar el orden con que todo estaba colocado, la delicadeza de los colores
con que los fabricantes casaban su ropa con la inocencia de los niños que la
llevarían puesta, los pequeños juguetes de madera con que de manera elegante
estaban adornados los rincones muertos de aquel pequeño espacio y, sobre todo,
el olor a ropa nueva; un olor que desde niño me había cautivado y que me
devolvió a la niñez.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
-<i>¿En qué
puedo ayudarle? </i>–sonaron suaves unas palabras junto a mí.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
-<i>Buenas
tardes, yo.....yo....</i> –no me lo podía creer; estaba balbuceando sin acertar
a hablar.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Frente a mí
descubrí a una mujer en el primer inicio de la madurez, no muy alta, morena, de
delicada figura y con unos enormes y brillantes ojos color café en los que me
vi reflejado. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -¿Viene
buscando algo en concreto? Tenga por seguro que aquí encontrará casi todo lo
que busque y al mejor precio</i> –dijo con buenas dotes de vendedora.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -No......bueno,
sí. Busco algo. Aunque no es precisamente una prenda de ropa infantil. Mis
hijos ya son bastante mayores</i> –la noté sorprendida con mi respuesta-. <i>Quería
hablar con usted de unas letras....</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
-<i>Pero......</i>
–sus ojos bajaban hacia aquellas servilletas recogidas por mí y que ahora tenía
entre sus manos y subían de nuevo hacía mí.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2">
-Perdóneme, sé que esto puede ser una intromisión en su
vida, pero un día descubrí uno de esos papeles, luego otro y todos ellos han
provocado un remolino en mi cabeza haciendo usar mi imaginación. No debí haber
venido....</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
-<i>Es largo de
contar</i> –se volvió dándome la espalda y dobló hábilmente las prendas que
había traído con ella de la trastienda.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2">
<i> -No tengo prisa. Me gustaría escuchar qué historia
encierran esas palabras.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Miró su reloj y
vio que era hora de cerrar. Me propuso dar un paseo. Accedí y la esperé en la
calle mientras ella recogía su abrigo y bolso y cerraba la tienda. Sin apenas
hablar, iniciamos la marcha calle abajo en dirección al parque.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2">
-¿Cree usted en el amor, señor.....?</div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> - Martín, me
llamo Martín.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2">
<i> -Bonito nombre. Mis padres decidieron que yo debía
llamarme Inés por la simple y llana razón de haber nacido un 21 de enero de....</i></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -No hace
falta que me diga el año</i> –la interrumpí-. <i>Aún se ve que es joven.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -No –</i>aclaró<i>-
no era eso. Iba a decir que nací un 21 de enero de forma casual. No me
esperaban tan pronto, pero yo ya tenía ganas de venir a este mundo. Y tengo 39
años; jamás he tenido problema para decir mi edad. Pero... yo hablo mucho y aún
no me has dicho tu respuesta.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -¿Qué si creo
en el amor? –</i>vacilé por unos momentos<i>- Tal vez.... El amor es
tremendamente complicado de entender. Es más, posiblemente sea él quien nos entiende
a nosotros y nos maneja a su antojo. ¿Tiene usted un amor incomprendido?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
La vi reír con
gana mientras se sentaba en un banco resguardándose del aire que se había
levantado en ese momento. No entendía bien aquella risa, pero bien es cierto
que supo contagiarme.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -Primero me
dices que soy joven y después sigues empeñado en tratarme de usted. Puedes
tutearme. Además para hablar de estos temas es mucho mejor utilizar un lenguaje
más cercano, ¿no crees</i>?</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"> Sonreí y me senté a su lado. Desde luego aquellas eran las piernas más
bonitas que había visto en mi vida. Una perfección digna del más afamado de los
escultores: la naturaleza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -¿Tú nunca
has escrito frases de amor?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -Muchas.....
Cada día – </i>respondí-.<i> Soy escritor. Ese es mi oficio; escribir frases
que casen con otras frases.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<i>
</i><br />
<div class="MsoBodyText2">
<i> -Ahora entiendo tu interés. Quieres conocer mi historia
para tener algo nuevo que contar.</i></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<i> -No, esto es distinto. Simplemente me intrigó saber quién
podía ser ese hombre al que escribes esas palabras tan profundas y al que, tras
conocerte físicamente, no entiendo cómo puede no hacerte caso.</i></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -Estás
equivocado. Sí me hace caso. Está siempre conmigo.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -Entonces, sí
que no lo entiendo.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<i> -El mío es un amor que me acompaña todos los días desde
hace muchos años sin separarse ni un instante de mi cabeza.</i></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -Un
amor........¿ausente?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i> -Un amor
infinito.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<i> -¿Cuánto de infinito puede ser un amor que no existe?</i></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<i> -¿Y por qué te empeñas en sostener que no existe? El mío
tiene los ojos marrones como yo, el pelo fuerte y siempre bien peinado, un
lunar en la espalda muy parecido también al mío y le encanta abrazarme y
llenarme de besos. Y entonces yo...... sencillamente me muero.</i></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<span style="font-style: normal;"></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<span style="font-style: normal;"> Se levantó del banco y yo
la seguí. Paseamos por entre los caminos del parque que formaban un laberinto
caprichoso alrededor de árboles centenarios, algunos de los cuales acariciaban
con sus ramas el suelo.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-style: normal;"> -</span>Y, ¿dónde está
ahora tu amor?</i> <span style="font-style: normal;">-pregunté bastante decidido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"> Un niño que corría absorto en sus juegos se tropezó con ella. Pude
comprobar el cariño con el que ella le acarició el pelo antes de que éste se
marchase de nuevo a retomar sus juegos y cómo algunas lágrimas habían brotado
de sus ojos y corrían tímidas por su rostro. Entonces lo entendí todo. Su amor
era un niño, un niño que nunca había tenido y al que sin duda extrañaba. Su forma
de mirarme lo corroboró todo.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span style="mso-ansi-language: ES;"> -El tuyo es un amor......</span></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i><span style="mso-ansi-language: ES;"> -Sí.......un amor imaginario </span></i><span style="mso-ansi-language: ES;">–replicó ella terminando mi frase-.<i> Uno de esos amores que a diario
nacen y mueren en el corazón de millones de personas sin haber visto la luz del
sol, pero que son tan intensos como los amores verdaderos.</i></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><i><b>Icarina </b></i></span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-2608912847907383402013-02-06T12:10:00.000-08:002013-02-06T12:10:24.269-08:00Tal vez....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A veces me pregunto qué es la vida. ¿Tal vez un instante
eterno que, como un libro, lleva escrito cada uno de los momentos en que hemos
reído o hemos llorado? ¿O es quizá un frágil cuento imaginario al que nos
esforzamos por pintarle colores aún sabiendo que tal vez mañana esos mismos
dibujos habrán sido sustituídos por otros nuevos?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hace tiempo me habitué a utilizar la coletilla "tal
vez.....". Buscaba relativizar el tiempo, la vida, la eternidad.... o quién
sabe si a mí mismo. Y es que nunca tuve miedo del mañana. Seguramente porque el mañana
ya me había robado tantas cosas que amaba a lo largo del tiempo que me acostumbré a
tratarlo de tú a tú, sin sentir la necesidad de rogarle. No le pedía nada porque tenía todo aquello que anhelaba y me era suficiente. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero tal vez me equivoqué.......en
realidad todo ello no era más que una quimera. Me bastó que el futuro volviera
amenazante sus ojos a mí para comprender que siempre se necesita un mañana para
construír el hoy, para dar sentido a todo cuanto se siente e, incluso, para
arrancarle de sus manos eso que él está dispuesto a llevarse sin pedir permiso:
los sueños.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si sabré aguantarle la mirada al mañana cuando al fin
estemos frente a frente. Tal vez sí, tal vez no. Quizá ese día alguno de los
dos, el mañana o yo, hayamos aprendido la lección de qué es la vida; aunque
para entonces ya no habrá cuentos imaginarios por soñar si el mañana, ese maldito mañana,
me roba mi.....tal vez.</div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-87240509231443644972013-01-27T11:18:00.000-08:002013-01-27T11:18:39.528-08:00Paseando entre el ayer...<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Hacía mucho
tiempo, años, que no atravesaba el parque y hoy, sin saber porqué, crucé sus
puertas y, como si una mano imaginaria hubiera tomado la mía, fui recorriendo
una a una las baldosas de aquel camino que en otros tiempos tantas veces
transité. ¡Todo estaba tan cambiado y tan igual al mismo tiempo! Recordé las
eternas tardes de mi niñez y mi adolescencia dibujadas en aquel recinto. En
aquellos momentos todas me parecía iguales; pero ahora, echando la vista atrás,
comprendía que cada una de ellas era necesaria para ser hoy quien soy.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Me estaba poniendo demasiado
nostálgico y decidí que aquello no me convenía. Me acerqué hasta uno de los
bares que impasibles habían resistido el paso del tiempo y los ataques de una
modernidad a la que parecían haber escapado. Me senté en uno de aquellos
antiguos veladores blancos y redondos hechos de forja que se anclaban, al igual
que el propio parque, en un ambiente casi decimonónico. Pedí una cerveza y tomé
el periódico para leerlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Un pequeño golpe producido por
un balón a la altura de mis tobillos me hizo separar la vista de las horrorosas
noticias económicas que leía. Junto a mí había llegado un muchacho de unos
cinco o seis años a buscar su pelota.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i> -Perdón</i> –farfulló el
muchacho como si hubiera preferido no decir nada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Mientras le
veía allí agachado queriendo sacar el balón de entre las patas del velador no
pude por más que fijarme en las piernas de una mujer que, en ese momento, se
había acercado también y que presumí sería su madre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> -<i>¿Martín? ¿Martín, eres tú? </i>–escuché
mientras subía mi mirada por aquellas piernas y aquella figura tan bien
torneada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> El corazón me comenzó a latir
con fuerza. Aquel cuerpo no me había parecido desconocido, pero aquella
voz.....aquella voz.... Terminé de alzar la vista y allí estaba ella. Tan
impresionante como siempre. Me levanté. Nos besamos castamente en las mejillas.
La invité a tomar algo y se sentó junto a mí. Hablamos largo rato de los
aciertos y los tropiezos que nos regala la vida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Mientras hablábamos mi cabeza
buscó en el baúl de mi memoria los momentos que en nuestra primera juventud
habíamos pasado juntos. Nos habíamos conocido casualmente en este parque y
durante unos años fuimos inseparables. Habíamos compartido juegos, sonrisas,
enfados, lágrimas y sobre todo mil y una travesuras. Pero sin duda, el mejor
recuerdo que me regaló fue el haberme permitido descubrir su cuerpo de mujer en
una fría tarde del mes de noviembre. Ambos éramos unos ingenuos muchachos que
quisimos jugar a vestirnos de adultos en aquel ya lejano día. El nerviosismo
estaba presente en nuestras palabras, en nuestras miradas, en mis manos cuando
hice deslizar su vestido, en sus ojos cerrados sintiendo la tela deslizarse por
su piel, en los primeros besos, en unas caricias torpes. La excitación de lo nuevo
por aprender y el miedo a no saber qué hacer. Unas manos que recorrían un
camino mil veces imaginado, pero hasta entonces nunca visto. El brillo de unos
ojos ante cada descubrimiento y el placer imposible de disimular acelerando el
pulso y la respiración. Luego....luego vinieron las risas; esa risa compartida
de tener un secreto común que guardar para siempre. Una inocencia que no se
rompió entre aquellas caricias de niños jugando a quebrar las reglas del bien y
el mal. Después la vida nos separó y el tiempo nos condenó al olvido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Nos despedimos con la promesa en
los labios de volver a llamarnos algún día. Me alejé dejándome llevar por la
tranquilidad del atardecer. En un momento dado, mientras esperaba que el
semáforo cambiara para cruzar al otro lado de la calle pude escuchar la música
que salía de un bar cercano. Eran los Beatles y su Love Me Do. Sonreí al ver de
nuevo el pasado haciendo de las suyas en el presente. Es bueno recordar, es
como robarle al tiempo unos instantes vividos para volver a sentirlos en la
piel del alma como ya hiciéramos ayer.</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-16321471967372433292012-12-28T13:17:00.000-08:002012-12-28T13:17:13.565-08:00La marioneta<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo tenía todo planeado desde hacía varios días. Esta iba a ser
la mejor tarde de los últimos años; tenía pensado ir al cine y después a cenar
en un renombrado restaurante situado junto a la playa. Pero el día se había
vuelto gris; unas densas nubes habían oscurecido el cielo, dejando caer una
mortecina lluvia que parecía querer enlentecer el tiempo. La apatía se había
adueñado de mí y sin saber cómo me encontré vagando por la ciudad sin saber
dónde ir ni qué hacer.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al cruzar el parque, la lluvia arreció y tuve que resguardarme
bajo el oxidado templete, en otros tiempos usado por melancólicos músicos en las tardes
de primavera, para evitar quedar calado hasta los huesos. Me quedé inmóvil,
mirando fijamente hacia aquellas nubes y los extraños dibujos que parecían
formar en el cielo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Es bonito ver llorar al cielo, ¿verdad?</i> -decía una voz a mi
alrededor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me giré y descubrí detrás de mí a una joven con aspecto algo
desaliñado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Perdone, señorita, no la he entendido bien</i> –respondí, tratando de
cortar cualquier posibilidad de conversación.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yo no le he hablado, ha sido ella</i> – dijo, señalando hacía una
marioneta cuyos hilos manejaba tan perfectamente que parecía conferirle vida
propia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No pude evitar que en mis labios se dibujara una sonrisa y opté
por sentarme en el suelo junto a aquel muñeco de trapo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-¿Tú crees de verdad que cuando llueve es que llora el cielo?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-¡Oh, sí!</i> –me contestó- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No
tengo duda alguna. Me lo ha contado mi padre y él jamás me mentiría. Es un gran
payaso que hace reír a los niños y, también, a algunos viejos cascarrabias.
Viaja por todo el mundo y todas las noches me dedica una canción. Por cierto,
¿tú también tienes padre?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-¿Cómo no voy a tener padre? -</i>le dije entre carcajadas al tiempo que
miraba hacia la chica.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-No sé de qué te ríes. Vosotros los humanos sois tan complicados que
muchas veces no consigo entenderos. De cualquier cosa hacéis una montaña que termina siendo tan grande que os ahoga. Nosotros, las marionetas, a lo sumo hacemos travesuras. ¿A ti también te canta canciones tu padre
por las noches?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Sí, creo que sí. Estoy seguro que él también me las canta allá donde
quiera que esté, aunque yo ya un pueda escucharle –</i>contesté con cierto halo
de melancolía-. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tiene gracia. Un día, cuando era muy
niño, mi padre me trajo un regalo; era una marioneta como tú. La había comprado
en un viaje que tuvo que hacer a París. Yo quería una pelota y aquel muñeco fue una
decepción tan grande para mi, que se lo tiré a la cara. Lejos de regañarme, mi
padre la tomó de nuevo entre sus manos y la dejó junto a mi almohada.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Y, ¿qué hiciste? </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">–aquella
muchacha sabía tan bien su oficio que parecía impensable no estar hablando
realmente con el muñeco.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<i>-Lo dejé allí, en la almohada. Mi madre lo volvía a
colocar cada mañana cuando hacía mi cama y yo terminé por aprender a hablarle.
Le contaba todos mis secretos, aquellas cosas que jamás me hubiera atrevido a
contarle a nadie.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Mira, mira.......el cielo ha dejado de llorar. Por fin podré ir a
buscar niños y ancianos cascarrabias, porque yo de mayor también quiero ser un
gran payaso y hacer feliz a la gente, ¿sabes?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">-Seguro que lo vas a conseguir; conmigo, al menos, sí lo has logrado.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La joven recogió su marioneta y se marchó de allí, no sin que
antes esperar a que yo le diera unas monedas. Pocos minutos más tarde ya estaban junto a un
banco rodeados de niños; y después en otro banco y luego junto a la fuente.... Aquel jodido muñeco había conseguido devolverme a mi
niñez y camino de casa no pude evitar ir saltando de charco en charco, haciendo
chapotear bajo mis zapatos el agua que aquel oscuro cielo había querido llorar.</div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-63606187139090179702012-12-23T03:46:00.000-08:002012-12-23T03:46:49.693-08:00Mi otra soledad...<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<h1 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Cataneo BT"; font-size: 26.0pt;">I</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tren que
debía llevarme a París estaba estacionado en el andén central. Miré por última
vez el vestíbulo de aquella vieja estación queriendo encontrar, escondido en
cualquiera de sus rincones, algún motivo que me retuviera en esta ciudad. Aquí
había pasado los últimos años de mi vida; una vida que, en este lugar, ya no
tenía sentido. Respiré profundamente y subí al tren. Coloqué la maleta y busqué
mi asiento. Era la primera vez que viajaba en primera clase y me sorprendió el
lujo y la comodidad de aquellos vagones. Recliné el sillón y esperé que
iniciáramos la marcha. Desde la pequeña ventana veía el trasiego de otros
viajeros, algunos de ellos solitarios como yo, que habían convertido su vida en
una rutina fácil de explicar, pero imposible de entender.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con total
puntualidad, abandonamos la ciudad, símbolo del mestizaje de las distintas
culturas universales, iniciando una travesía que había de durar el resto de la
tarde y toda la noche. Poco a poco, el tren iba ganando velocidad y yo me
abandoné en el cambiante paisaje; ante mis ojos, aquellos árboles, aquellas
casas y aquellos riachuelos que íbamos dejando atrás, no eran sino el reflejo
de mi vida, dibujado por mí en esa ventana. Tomé los auriculares que una
señorita, con gesto amable, me ofreció al subir y los conecté en uno de los
brazos del sillón. Cerré los ojos y escuché las suaves melodías que había
conseguido sintonizar.</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Debí quedarme
dormido, pues me desperté, algo desorientado, cuando el revisor me tocó el hombro.
Me deshice de los auriculares y traté de recomponer la situación.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Perdone caballero -dijo el
revisor-. Esta señorita tiene asignado el asiento que está frente al suyo.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Ruego acepten mis disculpas
-contesté-. Enseguida lo quito todo.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pensaba que
nadie ocuparía aquel asiento y había aprovechado para colocar sobre él una
revista que había comprado en la estación, un libro que quería terminar de leer
durante el viaje y una pequeña libreta. Me gusta apuntar cualquier detalle que
observo y por eso siempre llevo conmigo una libreta y una pluma. Luego, en los
ratos libres, dejo volar mi imaginación con aquellas anotaciones y la mayoría
de las veces dejo volar también aquellos escritos, previamente arrugados, en
dirección a la papelera.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando terminé
de recoger mis pequeñas pertenencias, aquella mujer se desprendió de su largo
abrigo blanco y ocupó su asiento. Nuevamente le pedí disculpas y ella se limitó
a sonreir. Abrió un libro y se sumergió entre sus líneas. Creo que nada ni
nadie hubiera podido romper la estrecha relación que se había producido entre
ella y su libro. Ambos formaban la parte única de un único universo. Volví a
ajustarme los auriculares y seguí disfrutando de la música.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tomé mi libreta y comencé a escribir en
ella algunos recuerdos; pequeños detalles de mi vida de los que nunca querría
desprenderme. También dejé constancia de aquellos paisajes que se alejaban de
nosotros. Siempre me ha gustado sentarme en sentido contrario a la marcha; pensaba
que ello me permitía observar las cosas por más tiempo y trasformar la realidad
que se plasmaba ante mis ojos, creando mi propia realidad. A ratos y a
hurtadillas, observaba también a aquella mujer, convertida en mi silenciosa y
enigmática compañera de viaje.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Traté de descubrir qué me gustaba más de
ella. Quizá me podría decidir por su figura o por sus ojos; quizá por su rubio
pelo que pugnaba en una lucha sin cuartel con el mismo sol. Un sol que
abandonaba ya aquel día y se escondía majestuoso, buscando su propio refugio en
el horizonte.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tomé la revista y la hojeé. Sentía que era
imposible que algunas personas pudieran no tener jamás sentido del ridículo.
Era como si no fueran dueños de sus vidas y por un puñado de dinero, todo
valiera. No podía soportar tanta estupidez concentrada entre aquellos
glamorosos reportajes. Cogí el libro que había traído conmigo y me embelesé con
su lectura, olvidándome de mi acompañante.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Cataneo BT"; font-size: 26.0pt;">II</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Miré el reloj y comprobé que eran las nueve
y media de la noche. La oscuridad se había hecho dueña del paisaje desde hacía
ya unas horas y sólo se rompía al atravesar las ciudades que íbamos dejando
atrás en nuestro camino. En aquel momento se abrió la puerta del vagón y el
revisor se fue acercando a cada uno de los viajeros; preguntaba el menú que
deseábamos para cenar. Era curioso el mejor trato que te otorgaban por el sólo
hecho de haber elegido viajar en primera clase. Siempre me había negado a estos
privilegios, pero al final había sucumbido. Instantes después, cada uno de
nosotros cenábamos plácidamente.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-He de reconocer que este salmón está exquisito- me atreví a decir,
mirando a mi compañera de viaje.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Sí, tiene un excelente paladar -contestó ella-. Por un momento, pensé
que me daría lecciones sobre el vino o el champagne con que acompañar la cena,
como hacen todos los hombres con los que he coincidido al viajar.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Es imposible que le pueda dar semejante lección. No se lo diga a nadie,
pero odio el vino.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ambos reímos. Aquella anécdota había roto
el muro invisible que, durante gran parte del trayecto, nos había mantenido
separados. Continuábamos siendo dos desconocidos, pero que, al menos ahora,
reían y hablaban de las cosas más intrascendentes. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Poco a poco, nuestra conversación se fue
haciendo más profunda. Descubrí que había nacido en Santander y adoraba la
playa. También supe que no tenía hermanos y que había cursado estudios
superiores; ahora se dirigía a París para realizar un master. La economía era
su vida. Su otra vida, la emocional había sido un completo desastre. Tampoco en
esto podía darle lecciones. Mi vida tan sólo podía servir para mostrar el
desatino del que vuelve a caer una y otra vez en el mismo error: amar a la
persona equivocada. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Terminada<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>la cena le propuse ir a la cafetería. Accedió, más por el deseo de fumar
que por el propio café. El rojo carmín de sus labios quedaba impregnado en la
boquilla de sus cigarrillos. Si hubiera creído en las hadas, les hubiera pedido
que fueran mis labios los que hubieran quedado manchados por aquel intenso
color. Por unos momentos agradecí enormemente que el tren se hubiera detenido.
El cambio de vías llevaría unos minutos y los viajeros podíamos bajar a dar un
paseo. Apuré mi copa de licor y salimos al andén. Hacía frío. Mientras
mirábamos las estrellas, hablamos del mar, del cielo, de la vida y la muerte.
Habría dado lo poco que poseía para que aquel momento hubiera durado toda una
vida. Sin embargo, la megafonía nos avisaba de que debíamos subir al tren y
proseguir viaje.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Acomodados de nuevo en nuestros asientos,
ella retomó su lectura. En silencio, la observé mientras se ensimismaba con su
novela. Parecía como si ella fuese la propia protagonista de la historia
reflejada en el libro. Cuando terminó la lectura, cerró los ojos y suspiró. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Debe haber sido sumamente interesante -dije al tiempo que señalaba el
libro, que ella había dejado sobre sus piernas.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Ha sido muy especial para mí. Se titula <i>Mi otra soledad</i> y es de
un tal Mariano Jospín.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-¿Conocías a ese autor?-me atreví a preguntarle.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-No, no lo conocía -me contestó-. Leí una buena crítica en un periódico
sobre este libro y decidí comprármelo. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Por un momento, parecía que esa historia te envolvía. Debes haber
disfrutado con su lectura.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 27pt;">
-Ha sido fascinante -dijo, mientras me miraba a los ojos-. Trata de la
soledad interior. Esa soledad que cualquiera de nosotros puede sentir, aunque
esté rodeado de gente. Esa soledad que se convierte en una red que te atrapa y
te va oprimiendo, poco a poco, hasta ahogarte por completo. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tantas horas de viaje habían hecho mella en
nosotros. Ella se durmió primero; yo, entre tanto, pensaba en sus palabras. La
soledad; maldita soledad. Para mí era la peor enfermedad del ser humano, ya que
le atacaba al alma. Cerré los ojos y el sueño también me venció.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Cataneo BT"; font-size: 26.0pt;">III</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Amanecía lentamente sobre París, cuando
nuestro tren hizo su entrada en la famosa estación de <span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;">Austerlitz. Se aproximaba el final de nuestro viaje y la mayoría de los
pasajeros ya se encontraban en pie acoplándose sus abrigos y sus guantes. Fuera
de aquel vagón, el frío debía ser intenso. Sin prisas, uno a uno fuimos
bajando. De nuevo llegaba a un lugar donde seres anónimos iban y venían
gastando sus vidas en interminables quehaceres. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Caballerosamente, ayudé a mi joven compañera a llevar su maleta hasta un
taxi. Antes de subirse a él, la tomé de ambas manos y le agradecí su compañía.
No dijo nada, simplemente sonrió. Dos besos en las mejillas, sellaron un adiós.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 8.5pt;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Caminé lentamente por las calles de esta hermosa ciudad; para algunos la
ciudad del amor y para mí el refugio de bohemios como yo. Siempre había visto
la vida como un gran puzzle y el tiempo compartido con aquella mujer no era
sino una pieza más del puzzle de mi vida. Habíamos vivido una pequeña historia
y ni siquiera nos habíamos presentado. Mejor así; de otro modo, me hubiera
resultado difícil decirle que me llamaba Mariano. Sí, Mariano Jospín.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: Algerian;">Fin</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-72257660531536875962012-11-25T05:11:00.000-08:002012-11-25T05:12:16.269-08:00Hubo un tiempo...<div style="text-align: justify;">
Hubo un tiempo......en que miraba el cielo desde la ventana de una habitación situada frente al mar. Me gustaba imaginar que el azul del cielo se desteñía en el inquieto reflejo del mar, mientras éste iba y venía intranquilo queriendo mantener su inacabable viaje. A ratos, sin embargo, el mar estaba en calma, callado y ausente, sabiéndose testigo de cuanto sucedía en una tierra que desde mi ventana no conseguía yo ver.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hubo un tiempo......en que amontonaba papeles escritos en una vieja mesa de madera heredada de un recuerdo melancólico. Cada palabra nacía sola para tatuarse a fuego en el papel con un irrepetible deseo de abrazarse a otras palabras y hacerse ilusión, lejos de allí, en los multicolores ojos que las leyeran. A ratos, sin embargo, las letras se volvían torpes, silenciosas y lejanas, sabiéndose rutina de una vida que desde mi ventana no lograba yo reconocer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hubo un tiempo......en que me bastaba cerrar los ojos para construír un sueño en que volar. Y paseaba por los invisibles renglones de un libro no escrito que hablaba de mí en primera persona y en el que cada nuevo párrafo era un camino que entrelazaba con el anterior hasta fundirse en uno nuevo llamado futuro. A ratos, sin embargo, aquel libro se cerraba sólo, tajante y mudo, sabiéndose dueño del sabor incompleto y amargo que de mi garganta no podía yo quitar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y es que en realidad.....</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hubo un tiempo......un ramillete de momentos..... que un día florecieron, haciéndose nuevo tiempo para esculpir ante mis ojos un puñado de nuevos instantes......con los que yo podría jugar a engañar al tiempo.</div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-1647126207310728362012-10-25T08:03:00.003-07:002012-10-31T11:03:33.803-07:00Entre la pasión y un sueño....<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> El tiempo se hace eterno. El golpeo seco del péndulo del reloj,
acompasado con maestría por el artesano suizo que le dio vida, marca cada
segundo que pasa. Instantes que caminan hacia un destierro del que nunca habrán
de volver. Separa el visillo que cubre el balcón y mira a través de los
cristales que se empañan al hacer contraste con el frío que reina fuera. Se
puede apreciar la calle todo lo amplia que es. Vacía, sin ningún alma que le de
vida. Vuelve hacia la mesa y mira el móvil, sigue tan callado como la última
vez que lo miró. Se sienta; comienza a rondar por su cabeza el desánimo. <b><i>“Tal
vez no vendrá”</i></b> piensa entre silencios. </span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Se desaprieta un poco el nudo de la corbata y se sirve un licor. Le
parece poco y rellena un poco más la copa. La acerca a sus labios, apenas
mojándolos del hiriente líquido. Contempla la habitación coqueta de aquel
pequeño hotel. Se abstrae en sus pensamientos. Nunca había estado allí, ni
siquiera en aquella ciudad. Todo aquello no era más que un juego que ambos
habían planeado. Tomaron un lugar al azar. Y buscaron en él un pequeño hotel.
Nunca se habían visto y nunca más volverían a verse. Todo quedaría entre
aquellas cuatro paredes. Sería un relato breve en medio de la vida. Y sería su
relato.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Se recompone. Aquel ruido que se oye en el pasillo..... son..... sí,
son pasos. Corre hacia la puerta. En el mismo momento que llega, tres suaves
golpes repiqueteados por unos nudillos suenan en una madera que huele aún a
nueva. Abre rápido, sin pensárselo dos veces. Ella aún tiene levantada la mano
derecha de haber golpeado la puerta. Se miran. Callan. Por un instante le vence
esa timidez que ya creía superada con el paso de los años y tantas fechorías
vividas. La toma de la mano y ella se deja llevar, cerrando la puerta tras de
sí. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> No se conocen, pero se saben ellos. <b><i>“Me entretuvo el tráfico”</i></b>
se excusa ella. Él le cierra los labios suavemente con un dedo. No es momento
de excusas. La mira de arriba abajo. Ella también lo hace. Premeditadamente
están retardando encontrarse en un beso. <b><i>“¿Te sirvo algo de beber?”</i></b>
le dice señalando el pequeño minibar. <b><i>“No sé qué tomar....No estoy
acostumbrada a beber”</i></b> responde ella al tiempo que unos colores rojizos
cubren sus mejillas. <b><i>“Te serviré lo mismo que yo. Está hecho para
valientes......como nosotros hoy”</i></b><i> </i>le dice intentando hacer que
no se ha dado cuenta de cómo se ha ruborizado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Ni siquiera lo prueba. Es tal el deseo, que el tiempo se hace eterno y
se enzarzan en un abrazo y una odisea de besos sin fin. Aquellos labios se
hacen uno sólo. Se buscan, se funden, se vuelven a separar. Sus manos se
entretienen en jugar con la tela del vestido. No tiene demasiada prisa en
quitárselo. Aquella imagen debe quedar mucho tiempo grabada en su memoria. Sabe
que algún día terminará borrándose, pero mientras eso suceda le servirá para
rememorarla entre tiempos de algún deseo solitario. Un botón, otro, otro
más,.....así hasta el final y el vestido se desliza suavemente por su silueta
hasta caer al suelo. Se separa de ella sin soltar sus manos. La contempla
advirtiendo cada una de las líneas de su silueta de mujer, envuelta aún en dos
prendas de fino encaje compradas expresamente para la ocasión. Acerca una mano
a su cara y con un dedo le aparta el pelo, deslizándolo seguidamente por sus
mejillas, su cuello, el comienzo de su escote y la copa del sujetador, jugando
suavemente con el pecho izquierdo aún preso de la tela. Ella le mira, tratando
de contener un gemido ahogado. Sigue bajando; despacio, muy despacio, hasta
alcanzar su vientre y cuando todo parece que se perderá entre la minúscula
prenda que recubre su intimidad, él tuerce el sentido y, pasando por detrás de
su cintura, la aprieta fuerte contra él. Mientras la besa, libera el corchete
que aún retiene el sujetador. Sus pechos quedan al aire. Se suceden los besos
en ellos, una vorágine de besos. La tumba en la cama que, como testigo mudo, ha
estado contemplándolos desde que ella apareció. La recorre de arriba abajo por
toda su piel sin dejar ni un centímetro. Ella ya no puede dejar de gemir, le es
imposible tragarse todos aquellos suspiros. Le deja hacer y se deja llevar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Nada, ni siquiera el violento repiqueteo de las campanas de la iglesia
de enfrente, les interrumpe. Hace rato que la ha terminado de desvestir. Se
deshace en profanar su intimidad a la que se ha acercado como si fuera a
cuchichear algo que no pudiera escuchar nadie más. Y ella se deja llevar por
las incontenibles sacudidas con que el deseo recorre todo su cuerpo. Con la
habilidad que le permite el temblor en que ha quedado instalada, ella también
le desviste. Quiere que ambos estén en igual. Y ahora él se deja hacer,
observando los juegos sinuosos con que ella le dibuja entre delicados besos
femeninos, hasta perderse igualmente en su intimidad. Le separa el pelo que
raudo había venido a cubrirle la cara. Quiere verla. A ella no le importa ya
que él la mire adueñándose y mimando su virilidad. Sigue pasando el tiempo y
ellos siguen estando ausentes de todo y de todos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Mil posturas, mil movimientos. De la ternura a la lujuria, de la
pasión a la delicadeza. Dos cuerpos en uno sólo. Gemidos ahogados y suspiros
libres. Y entre todo ello, un torbellino de diminutas gotas de sudor que
impregnan las sábanas como si quisieran escribir lo que allí sucede. Llega el
éxtasis, uno de los varios que en esa tarde han coronado aquella carrera contra
el tiempo y contra el destino. Sí, ese destino que ahora es testigo mudo de las
palabras que recomponen el orden desde la tranquilidad de un abrazo de él, la
cabeza de ella descansando en el pecho y un cigarrillo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Un pacto es un pacto; el valor de la palabra dada. Y los dos lo saben.
Por eso, ambos deciden no preguntarse por el mañana. El mañana no existe. El
mañana son dos caminos que circulan por sendas distintas. Se visten. Se peinan.
Ella pinta sus labios que él vuelve a emborronar. ¿Qué nombre le pueden poner a
aquello que han vivido? No lo saben, pero les da igual. No es sexo, es algo más
pues en ello se han dejado ya por el camino un sueño. Sonríen y dejan tras de
sí una coqueta habitación de un pequeño hotel elegido al azar en una ciudad
cualquiera.</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-72458792190433183722012-09-24T07:47:00.000-07:002012-10-31T11:03:46.158-07:00Amelíe<div style="text-align: justify;">
Nuevamente sentí aquel irrefrenable deseo de salir corriendo que me poseía en las últimas semanas. Totalmente ajeno a cualquier realidad racional, crucé calles y plazas, mientras una mortecina lluvia calaba mis ropas, mis huesos y hasta mi alma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Extenuado y confundido, aparecí en el cementerio municipal. Cuando por fin pude recuperarme de la fatiga a que me había conducido aquella interminable huída, levanté los ojos y los fijé en aquella estatua. De nuevo aquel cementerio y de nuevo aquella estatua. Ella y yo, solos, frente a frente.<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No había razón objetiva alguna que me hiciera ir, como estaba sucediendo, hasta aquel cementerio. Allí no tenía enterrado a ningún ser querido, ni tampoco a nadie conocido. En realidad, aquel vetusto camposanto en sí mismo no me decía nada. Sólo era aquella estatua de piedra, cubierta de un verdín que reflejaba el paso de la eternidad, quien me llevaba, una y otra vez, hasta aquel lugar y quien a su vez me impedía alejarme de ella. Froté con unas ramas secas la piedra de la lápida, tratando de descubrir algún rayo de luz en medio de aquella locura. A duras penas pude leer la breve inscripción: “Amelíe 1803-1824”. Debajo, una marchita rosa de pétalos blancos y rojos mostraba el recuerdo de quien un día, ya muy lejano, visitó aquella tumba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Salí de aquel inquietante lugar. Nada de lo que sucedía tenía sentido. Sentí miedo de estar volviéndome loco. Caminé con lentitud, tratando de confundirme entre la gente que abarrotaba el recién restaurado paseo; pero todos ellos parecían seres extraños, ajenos a mí.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquella noche no pude conciliar el sueño. Tenía que descubrir qué me sucedía. Aquel inexplicable episodio se repetía cada vez con mayor frecuencia. Quise buscar ayuda en algún amigo, pero pronto comprendí que estaba sólo. Había luchado durante muchos años por conseguir ser el gran ejecutivo que era hoy y para ello había tenido que renunciar a tener mujer, hijos e incluso amigos. En estos años, me había embarcado en un viaje que no conocía más que el mañana y la soledad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todavía no había amanecido cuando salí a la calle. Esta vez no sería mi locura quien me llevara ante aquella estatua; esta vez iría por mi propia voluntad. Crucé el umbral del camposanto cuando los primeros rayos de sol querían tímidamente alumbrar un nuevo día. Atravesé sus ordenadas calles acompañado del silencio y del recogimiento propio de aquel lugar. Algunas ráfagas de viento y el quebrar de algunas hojas secas impedían que, por breves momentos, sintiera los punzantes latidos de mi corazón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cerré las solapas de mi abrigo de paño, para preservarme del frió que traía consigo el anochecer. Sin darme cuenta, había pasado todo el día sentado en la tumba mirando aquella estatua. Era capaz de describirla con los ojos cerrados, de dar razón de cada uno de sus pliegues, de cada una de sus manchas,...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando quise reaccionar, los vigilantes municipales ya habían cerrado las puertas. Un brutal escalofrío recorrió mi cuerpo y preso del pánico corrí hacia la tapia izquierda. Ayudándome de una vieja cruz de hierro, salté alejándome de aquel recinto sagrado. Miré a ambos lados y por primera vez en mi vida no sabía qué hacer, ni dónde ir. Un bar de carretera fue mi destino y el lugar idóneo para ahogar toda aquella locura que se estaba adueñando de mí. Uno tras otro, devoré incontables vasos de ron.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sentada al final de la barra, descubrí a mujer que me miraba con una mezcolanza de dulzura y pena. Lentamente se acercó hasta mí, tomó mis manos y me susurró que debía acompañarla. Sonreí y me dejé llevar; por una vez alguien me trataba con cariño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Encontraron mi cuerpo a la mañana siguiente, muy cerca de aquel bar donde me emborraché hasta perder la consciencia. No presentaba signos de violencia, por lo que los forenses descartaron que hubiera sido víctima de un homicidio. Sólo quedaba un pequeño detalle que nunca pudieron llegar a descifrar: aquella extraña rosa marchita de pétalos blancos y rojos que permanecía anclada a mis manos y el pálido beso dibujado en mi mejilla iquierda junto a mis labios como un indeleble tatuaje.</div>
<br />icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-21863177090001400602012-09-13T10:04:00.001-07:002012-10-31T11:03:59.749-07:00Una carta de amor<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-¿Me invitas a un café? Necesito que
hablemos.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD">Estas fueron
las primeras palabras que ella me dijo nada más abrir la puerta. Me quedé
mirándola fijamente y no dije nada. En mis labios habían ya asomado los primeros
gestos de una sonrisa algo incrédula.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Por favor...... </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Tal vez esa súplica de mujer,
sabiamente ejecutada, provocó el efecto mismo para el que había sido lanzada.
Segundos después, tras tomar las llaves y la cartera, cerré la puerta tras de
mí y ambos nos dirigimos hacia una cafetería próxima. El trayecto fue corto,
pero lo realizamos casi en silencio. Tan sólo alguna palabra de cortesía. Era
evidente que ella estaba nerviosa; se notaba en su voz, en sus gestos y ese
nerviosismo quedó patente cuando, tras haber elegido visualmente la última mesa
del local, tropezó aparatosamente con la primera silla que encontró a su paso. </span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">La camarera se aproximó una vez
nos vio sentados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-<i>Buenas tardes.</i> –espetó mientras
se preparaba para tomar nota- <i>¿Lo de siempre, Juan?</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Sí, por favor, un carajillo de
Bayleis.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-A mí me traes un café
sólo......bien cargado.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">La camarera dejó de escribir.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Mejor tráele un batido de
chocolate.</span></i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-concluí ante el silencio que se había producido súbitamente-</span><i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Necesita algo dulce. Sus nervios nos lo agradecerán.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Esperamos a que nos sirvieran
hablando de cosas banales, principalmente del tiempo. Un tema bastante
socorrido cuando se quiere dilatar el tiempo. Yo intentaba averiguar cuáles
serían sus palabras exactas, pues me imaginaba qué era aquello que me quería decir.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-<i>¿Hasta cuándo estarás aquí de vacaciones?</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Seguramente que hasta el próximo lunes. Todavía me quedarán algunos días más, pero tengo cosas pendientes que hacer. ¿Esto es lo que me tenías que decir? </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-No, no........ Verás..... No sé cómo
decírlo.....</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i>- Estás enamorada, ¿verdad? </i>–le
interrumpí para aliviarle sus dudas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><i>-Sí</i> –dijo ella- <i>Y mucho.</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Y él,.... ¿lo sabe?</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-No.....por eso estoy aquí.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">No pude contener la risilla que
de nuevo se me escapó de entre los labios. Había acertado en el tema, aunque no en las
palabras. A decir verdad, casi todas las había dicho yo hasta el momento. Así
es difícil acertar, si no hay palabras.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Y, ¿por qué no se lo dices? Las cosas han cambiado. Ahora las mujeres también sabéis tomar la iniciativa.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-No me atrevo. He intentado aproximarme muchas veces, pero me pierdo en miedos antes de llegar.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Y, ¿qué piensas hacer?</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Me miró tan fijamente que en sus ojos estaba escrita la respuesta. Aún así esperé a que me contestara. Entre tanto saboreaba aquel café que tantas delicias me hacía en el paladar cada vez que lo tomaba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Sé que se marcha de aquí. Me gustaría escribirle una carta y dársela justo en el momento en que se vaya. Que no le dé tiempo a leerla hasta que esté lejos. Aunque estoy segura que sin abrirla sabrá su contenido.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-Pero....eso es arriesgado. Imagina dónde puede acabar esa carta.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-No me importa. Si la utiliza mal, será la primera lección de mi vida. Si, por el contrario, la hace suya y la guarda, aunque no me conteste nunca, sabré que todo este último año, con sus desvelos, con sus suspiros y con tantas ilusiones soñadas habrán merecido la pena.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Poco a poco, conforme hablaba, había ido aparcando los nervios. Se sentía desahogada y hasta parecía otra. Sacó de su bolso un folio y un bolígrafo y lo dejó encima de la mesa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-¿Me escribirás tú esa carta? Tú sabes escribir; conoces cómo se deben ordenar las palabras.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">-No, yo no la puedo escribir, debes ser tú. Yo te ayudo si quieres, pero debes ser tú quien plasme una a una sus palabras. No tengas miedo, saldrán solas. Después, ya tendremos tiempo de darles forma.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Y después vino otro café y otro batido de chocolate. Y muchas palabras y también más de una risa. Y poco a poco, aquella carta tomó forma y aquella joven de apenas quince años a la que había conocido en un cursillo de escritura, uno de esos cursillos que se hacen en verano para entretener a los chavales en sus horas muertas, había tenido la oportunidad de escribir sus primeras letras; tal vez las más importantes de su recién estrenada adolescencia. Y yo.....yo volví a comprobar cómo el tiempo pasa, pero algunas cosas son siempre iguales.</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-40302271960610322862012-07-22T14:10:00.000-07:002012-10-31T11:05:02.280-07:00Lo abraza y lo besa...<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Se sentó frente al gran ventanal de su
estudio. Decenas de cristales de pequeño e irregular tamaño que dividían el
paisaje en cuadros imperfectos, rompiendo así la monotonía del silencio que se
respiraba a través de los mismos. Llevaba varios días trabajando en su nuevo
proyecto y ya casi lo tenía terminado. Sabía que era uno de los más reputados
fotógrafos y publicistas del lugar y que todos ansiaban contar con sus
servicios para sus proyectos publicitarios. Aquella reputación se le había
ganado a pulso. Sólo aceptaba aquellos trabajos que le permitían ser él,
aquellos en que de cada fotografía tomada podía dejar un trozo de su alma hasta
hacer un verdadero lienzo que se fundiera en las miradas de quienes estaban
llamados a contemplarlo.</span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Ésta era, sin embargo, la primera vez
que trabajaría con una imagen no capturada con su cámara. Pero no cabía duda de
que suyos serían los colores, la textura y, en definitiva, la imagen final.
Aquella era sin duda la mujer más hermosa que jamás había visto y quien la fotografió
supo sacar de ella todo cuanto resaltaba su encanto natural. ¿Qué podía hacer
él ante aquella obra de arte? Esa era, sin duda, la primera pregunta que se
hizo al ver el proyecto que presentaban ante sí para anunciar una marca de
colonia. Y esa fue también la razón que le llevó a aceptarlo, aun a sabiendas
que se saltaba todos sus cánones. </span></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> No cabía duda de que tenía ante sí la
viva imagen de una diosa de la antigüedad. No retocó nada de aquella figura,
tan sólo se atrevió a pintar sus ojos del color del café que era su más fiel
amigo en aquellos momentos de creatividad. Colocó un pequeño frasco de la
colonia anunciada entre los dedos de aquella mujer. Tan pequeño que apenas se
veía. El producto no importaba, muchas personas lo comprarían queriendo imaginar
que era a ella precisamente a quien se llevaban. Por último, el eslogan. Una
frase llamativa y sugerente: <b><i>“<span style="font-variant: small-caps;">Lo
abraza y lo besa</span>”</i></b>.</span></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Y entre los cristales veía aquel rostro dibujado, dividido en fragmentos desiguales que recomponía entre
sonrisas. Se dejaba balancear suavemente en el sillón giratorio, meciéndose
escasamente a un lado y otro. En la vieja radio, reliquia de otro tiempo,
sonaba <i>Margherita</i>; una canción también de otro tiempo, una melodía que
envolvía sus pensamientos. “...<i>E perché quel suo sorriso possa ritornare ancora, splendi sole domattina come non hai fatto ancora. E per poi farle cantare la canzoni che ha imparato, io le costruiró un silenzio che nessuno ha mai sentito....”</i></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Abrió los ojos cuando sintió unas
suaves manos abrazándole y alcanzándole un beso. Era......sí, era aquella
mujer. Miró a un lado y a otro. No estaba soñando. Era ella. Aquel beso cálido,
dio paso a nuevos besos, a nuevos abrazos. A una mirada, a una sonrisa y un
caer de la ropa hacia los pies. A un amarse entre silencios y nuevas miradas.</span></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Despertó tarde. Miró a su lado, estaba
sólo. “<i>Todo ha sido un sueño, una maldita obsesión de tantos días ocupado en el mismo trabajo sin apenas descansar”</i> pensó. Pero algo le
hizo incorporarse; al contrario que los demás días de su vida, todo estaba
desordenado: las sábanas arrugadas, la colcha caída, dos copas en la mesilla de
noche y en su sillón un conjunto de ropa interior de mujer. Recorrió la estancia. No sabía qué había
pasado allí, no había nadie con él, todo aquello no podía ser más que un sueño. Un sueño que jamás sería realidad, ¿o tal vez sí?</span></div>
icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-34214459550200472842012-07-19T03:47:00.000-07:002012-07-19T03:47:59.977-07:00El corazón de una estrella<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"> Caía la tarde de aquel día en las
postrimerías del pasado otoño. El cielo, de color gris opaco desde la mañana,
se deshacía en pequeñas gotas de agua que golpeaban la pared externa de mi
despacho, dejando un repiqueteo en el alféizar de la ventana. Sobre mi mesa,
algunos trabajos esperaban ser terminados y algunos papeles aguardaban ser
también clasificados y colocados en sus respectivas carpetas. Pero yo dejaba
pasar el tiempo navegando por la red de redes, pasando de una página a otra. Y
entre esas páginas también estaba una red social que no hacía mucho había
descubierto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Trataba, como todos, de encontrar la manera
de dejar en unos pocos caracteres mis pensamientos, mis realidades y alguna que
otra frase que creía definía mi forma de ser. Poco a poco, había ido conociendo
a otros navegantes con los que interactuaba ágilmente respondiendo a sus
palabras, bien originarias o bien que comentaban alguna frase mía. Y ese día,
por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sorpresa, una niña comentó una de
aquellas frases<i>. “¿Tú crees que de verdad los sueños se pintan con colores?”</i>.
Le respondí que sí lo creía. <i>“A mí<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>me gustan mucho los colores”.</i> En esas frases conocí a @albahapi.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Aquella niña me cautivó con sus letras
inocentes, frescas, ágiles y sobre todo vivas. De vez en cuando cruzábamos
alguna frase que daba pie a más palabras. Preguntas, respuestas y comentarios
que fueron creciendo con los días y sabían sacarme siempre una sonrisa. Otras
veces, sus palabras me sobrecogían cuando pensaba en la realidad de aquella
niña y volvían a mi cabeza preguntas de otro tiempo: ¿por qué suceden estas
cosas? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Preguntas, tal vez, sin
respuesta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Había cambiado la cuenta desde la que hablaba
con ella, tal vez porque entendí que algunas veces hay letras que son para
adultos. Pero seguía siendo yo y mi forma de escribir y me reconoció. Aquél día
me hizo reír y mucho.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y como el tiempo transcurre inexorable,
también llegó un día de junio. Ese día lucía el sol, pero el repiqueteo de unas
gotas empaparon muchos ojos. Lágrimas sinceras que hablaban lo que quizá muchos
no queríamos o no sabíamos decir. @albahapi se había marchado para ser una
estrella en el cielo, llevándose sus letras frescas y alegres y dejándonos
el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>corazón roto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Hoy seguro que se pasea por el cielo con otra
estrella, algo más mayor, que yo también tengo allí. Seguro que hablan, ríen,
juegan y hasta le enseñará a Alba a crujir hojas secas al pisarlas, cuando por
allí llegue también el otoño.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Gracias @albahapy, creo desde estas letras poder
hablar en nombre de muchos al decir que nunca te olvidaremos.</span>icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4480819977496807601.post-25942309510869626432012-06-25T07:08:00.004-07:002012-10-31T11:05:57.464-07:00Ella...<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;">La tarde se había vuelto
gris. La intensa lluvia caída durante toda la mañana había hecho refrescar el
ambiente y se agradecía el calor de aquella sencilla y acogedora alcoba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;">Dejé encendida una
pequeña lámpara situada en el rincón, manteniendo así una tenue iluminación que
dibujaba por doquier enigmáticos contrastes de luces y sombras. Recostado en el
sillón, no podía, o quizá mejor no quería, dejar de mirarla y, mientras apuraba
una copa de brandy, la observaba dormir mostrando ante mis ojos la hermosura de
su cuerpo desnudo.</span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;">El dorado tono de su
piel contrastaba con el rubio teñido de su cabello y éste a su vez hacía de
contrapunto con el oscuro vello de su pubis. Me entretenía así en admirar cada
centímetro de su cuerpo, el mismo que momentos antes había poseído con una
mezcla de sentimientos que conjugaban por un lado los mismos miedos de quien
hace el amor por primera vez y por otro los anhelos de que esos momentos no
terminaran nunca. Estaba teniendo su cuerpo por primera vez, pero también por última.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;">Tal como ella me
pidiera, habíamos hecho el amor con los ojos cerrados y en silencio. Un
silencio que yo ahora tampoco quería romper y que me ayudaba a recordarlo todo:
el aroma de su feminidad, la suavidad de sus senos, la perfección de sus curvas,
el enigma de sus rincones y sobre todo el armonioso cimbreo de su cuerpo sobre
el mío haciéndome derramar la semilla de la vida en sus entrañas. Todo. Lo
recordaba todo y romper la magia de ese momento sería un sacrilegio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;">¡Qué guapa está Judith!.
Estas palabras retumbaron en mi cabeza devolviéndome a la realidad. Aún
aturdido, miré a mi alrededor. El festival estaba en pleno apogeo y mi
acompañante hacía comentarios sobre el vestido de la bailarina principal de
aquel odioso espectáculo, pero yo no le prestaba atención, simplemente vagaba
con la vista entre la gente buscándola. Y allí estaba ella, conversando con
otras personas. La miraba. Ella se sabía observada y también me dedicaba
enigmáticas y fugaces miradas, obligándome a bajar la vista por la timidez de
saberme sorprendido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 13.0pt;">Salí fuera y,
acercándome al enorme ventanal, encendí un cigarrillo. Sentía que necesitaba
reflexionar, pero ¿sobre qué?, ¿sobre mí?, ¿sobre ella?. Después de tanto
tiempo con esos juegos de miradas desconocía hasta su nombre, pero no me
extrañó pues no me conocía ni a mí mismo. Aunque, tal vez, ese podía ser el reto que mañana llamase a mi puerta al despertar.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 27pt;">
<span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;">Observé el cigarro consumirse.
Un escalofrío sacudió mi cuerpo. No sólo el cigarro, es nuestra vida la que
irremediablemente se esfuma ante nosotros. Volví a vagar con la mirada, pero
esta vez a través del ventanal buscando perderme en el horizonte sabiendo, como
el gran poeta, que los sueños sólo sueños son. O tal vez... no.</span></div>
<br />
<span style="font-family: Centaur; font-size: 16pt;"></span><span style="font-family: Centaur; font-size: 14pt;"></span>icarina_juanhttp://www.blogger.com/profile/10667643174860151697noreply@blogger.com0